20 años de excavaciones, 10.000 años de Prehistoria en el Arba de Biel.

Rafael Domingo Martínez

Lourdes Montes Ramírez

En 2021 han finalizado, por el momento, los trabajos de campo en los yacimientos prehistóricos del valle del Arba de Biel (Cinco Villas, Zaragoza). Iniciadas en 1999, las intervenciones arqueológicas han afectado a cinco yacimientos (Peña-14, Paco-Pons, Legunova, Valcervera y Rambla de Legunova) cuyas ocupaciones prehistóricas abarcan más de diez milenios, desde el Magdaleniense superior-final de Legunova (ca. 15000 cal BP) hasta los enterramientos del Neolítico final/Calcolítico de Rambla de Legunova y Paco Pons (ca. 4500/4000 cal BP). Cuarenta dataciones radiocarbónicas respaldan una secuencia de ocupaciones periódicas que cubren todas las fases culturales reconocidas en la cuenca del Ebro para esa época: Magdaleniense superior-final (Legunova nivel q), Aziliense (Legunova nivel m), Sauveterriense (Peña-14 nivel d), Mesolítico de denticulados (Legunova niveles 1 y 2 y Peña-14 nivel b), Mesolítico geométrico (Valcervera nivel b, Peña-14 nivel a y Rambla de Legunova nivel 2), Neolítico antiguo (Rambla de Legunova niveles 1n y 1 y Paco-Pons nivel 2) y Neolítico final – Calcolítico (Rambla de Legunova nivel a y Paco-Pons nivel 1, ambos de carácter funerario).

Sobre los materiales procedentes de esas ocupaciones prehistóricas se han desarrollado diversos trabajos de investigación, algunos ya finalizados y otros aún en curso: palinología (tesis de P. González-Sampériz), funcionalidad de geométricos (tesis de R. Domingo), materias primas líticas (tesis de L. García Simón), antracología (tesis de M. Alcolea), cerámicas (tesis de R. Laborda), fauna (tesis de A. Sierra), tecnología lítica (estudios de A. Soto y tesis en curso de L. Jiménez) …

Los indudables atractivos de este territorio para los grupos humanos -materia prima lítica (sílex de Las Lezas), recursos cinegéticos y vegetales variados, gracias a su paisaje tipo mosaico…- lo convirtieron en un punto de atracción durante milenios, que se visitaba de forma sistemática, ocupando buenos abrigos rocosos orientados a sol naciente y ubicados junto al río Arba. Los múltiples enfoques de investigación aplicados, el trabajo continuado durante dos décadas del equipo de investigación, los buenos resultados obtenidos a nivel cronológico y la coherencia del territorio estudiado convierten al Arba de Biel en uno de los mejores lugares para estudiar el desarrollo del poblamiento humano en los trascendentales milenios de la transición entre el Pleistoceno final y el Holoceno medio, cuando las poblaciones recorren el camino entre las formas de vida depredadoras y productoras.

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