Los cerramientos del arte rupestre de la Sierra de Albarracín, ¿un elemento protector? El caso del abrigo del Toro del Prado del Navazo.

Claudia Serrano Aranda

M. Antonia Zalbidea Muñoz

La Sierra de Albarracín aglutina un grupo de enclaves con arte rupestre postpaleolítico referente, único y excepcional en el panorama nacional e internacional. En este contexto se cobijan las pinturas de los Toros del Prado del Navazo, uno de los ejemplos de la zona implicada que cuentan con la categoría de Patrimonio Mundial y Bien de Interés Cultural. Pese a tener estas consideraciones, los estudios centrados en su conservación, en general, y en el estudio pormenorizado de sus patologías, en particular, todavía resultan exiguos.

Los abrigos levantinos se incluyen en un sistema ecológico de continua evolución en el que conviven diferentes factores, por un lado, de origen intrínseco, es decir, inherentes a su propia naturaleza, que difícilmente se podrán controlar, y por otro lado son causados por agentes externos. Esta comunicación tiene como objetivo clasificar y analizar las patologías y agentes de alteración del abrigo de los Toros del Prado del Navazo, prestando especial atención a las alteraciones que provienen del cerramiento del enclave.

El abrigo del Navazo, como muchos de los abrigos levantinos, están protegidos físicamente por un cerramiento tipo jaula que compromete a la estabilidad de este conjunto. Aunque la finalidad de este cercado es resguardar las pinturas, hoy en día esta “protección” se considera un mecanismo de alteración ya que no recoge los criterios adecuados para una correcta conservación del enclave.

La presencia de este cerramiento ha dejado patentes diversas alteraciones y patologías como la aparición de eflorescencias salinas en los muros artificiales y techumbre, que en combinación con la acción eólica son transportadas hacia la superficie pintada donde se depositan como sustancias detríticas e impiden una correcta visualización de las representaciones; la generación de un microclima en el interior del abrigo; la invasión de mortero de rejunte del muro del cerramiento que oculta parcialmente una de las figuras y que aporta sales solubles al soporte; la canalización del agua de lluvia que ha favorecido la lixiviación del soporte y de la película pictórica; así como la acumulación de microorganismos, especialmente bacterias en la zona baja del abrigo, entre otras.

Con el fin de registrar esas patologías y poder plantear estrategias de conservación en trabajos futuros, y abrigos similares, ha sido necesario realizar las siguientes fases:

  • – Identificación y registro fotográfico (macroscópico y microscópico) y cartográfico de las alteraciones.
  • -Análisis de los procesos de alteración) intrínsecos y extrínsecos que afectan al enclave.
  • – Estudio de las características microclimáticas del enclave, gracias a la implantación de un dispositivo que registra la humedad relativa, la temperatura y el punto de rocío, y la realización de mediciones de la biota del enclave mediante aerología y toma de muestras de la microbiología. Así como la medición puntual de humedad relativa, temperatura e iluminación en el soporte.
  • – Caracterización de los materiales originales mediante microscopía estereoscópica (MEST) y electrónica de barrido con detector de rayos X (SEM-EDX). El estudio ha permitido conocer el estado de conservación del Navazo, considerando sustancial la revisión del cerramiento del conjunto y la revisión de abrigos similares.

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