Análisis y estudio de los yacimientos líticos de superficie y su aportación al conocimiento de la Prehistoria Reciente de las Cinco Villas (Zaragoza).

Javier Cabello García

Los “yacimientos líticos de superficie”, -tradicionalmente mal denominados “talleres de sílex”- se han reconocido como muy numerosos en zonas medias y bajas de todo Aragón y muy especialmente en el territorio de las actuales Cinco Villas, desde el Neolítico Pleno y  aun Antiguo y sobre todo durante el Eneolítico/Calcolítico, y sigue incrementándose su número conforme se van desarrollando las prospecciones arqueológicas, aunque siempre habían dejado en la incógnita el grado de sedentarismo que representaban. Con nuestro Sistema Analítico de Evaluación Habitacional (S.A.E.H.) de Javier CABELLO GARCÍA (2002), conseguimos caracterizar el grado de estabilidad o permanencia, así como la presencia de fases diferenciadas dentro de cada yacimiento, con cronologías amplias que abarcan, como mínimo, desde el Epipaleolítico a la Edad del Bronce.  El grado de definición que representan es sumamente complejo y rico: pueden ser la huella de pocos y reducidos grupos, muy móviles (asentamientos indiferenciados o de ocupación limitada, asentamientos especializados o de uso logístico con diversas funcionalidades específicas), o de comunidades humanas más asentadas (yacimientos multifuncionales permanentes o “residenciales”, semipermanentes o incluso de carácter estacional), aunque con una arquitectura habitacional perecedera que apenas ha dejado rastros arqueológicos (agujeros de poste, silos, paravientos, cercas, cabañas de planta ovalada o circular de pequeño tamaño dotadas de hogares, quizá levantadas con pieles, ramajes o manteados de barro, etc…). En todo caso se deduce que se trata de grupos reducidos, sin aparentes diferencias jerárquicas entre ellos, salvo la establecida por la funcionalidad o multifuncionalidad habitacional según el caso concreto, cuya razón de ser debe ser siempre entendida a nivel macroespacial, es decir, en relación directa y amplia con el espacio que le rodea, puesto que definen territorios de explotación de 5 km de radio aproximado cumpliendo escrupulosamente con las bases teóricas más puristas de la Arqueología Espacial, que define este marco de actuación a las comunidades humanas de base productora incipiente (agricultura itinerante y primitivos ganaderos de trashumancia simple).

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