Alicia Segura Gutiérrez
La isla del Fraile situada en la zona meridional de la costa de la Hispania Tarraconense, próxima al límite de esta con la Bética, constituye un hito geográfico de la Bahía del Hornillo, Águilas. Se trata de un yacimiento estrechamente vinculado con la explotación de los recursos haliéuticos durante los siglos IV-V d. C, dónde el estudio de las cerámicas de cocina locales, muy abundantes en los contextos, resulta de especial interés. La presente propuesta de póster busca reivindicar la importancia de este tipo de producciones para la comprensión de múltiples aspectos -económicos, tecnológicos y culturales- de las sociedades del pasado.
La falta de atención prestada a estas producciones lleva a emplear las producciones de cocina importadas para la definición de un horizonte cronológico y así determinar la posible evolución temporal y morfológica de las producciones locales halladas en la isla. Así pues, el ajuar de cerámica de cocina importada destaca por el predominio africano con piezas tan características como los morteros tunecinos del tipo Fullford 22-23 que nos sitúan con seguridad en inicios y primera mitad del siglo V d. C., un horizonte cronológico matizado gracias a la presencia de morteros del tipo Carthage Class 1, variante A, cuya producción se desarrolla a partir del segundo cuarto del siglo V d. C. No obstante, el principal aporte de cerámica de cocina presente en la isla del Fraile son las producciones locales, suponiendo las importaciones un complemento al repertorio tipológico ya presente en el yacimiento para el procesado de alimentos.
Los precedentes en el estudio de estas producciones lo constituyen los trabajos de Láiz y Ruiz (1988) sobre los materiales recuperados en las excavaciones de la c/ Orcel de Cartagena y los dedicados a las cerámicas del valle del Vinalopó por P. Reynolds (1993). No obstante, los diversos artículos publicados sobre estas producciones en el territorio de Cartagena no recogen las evidencias más tempranas del uso de este tipo de fábrica, fechadas hacia el siglo IV o las más tardías, próximas a época emiral.
A la hora de definir el origen geográfico de estas cerámicas, si bien no existen dudas sobre su asociación al territorio de Cartagena, la presencia de afloramientos de láguena y moscovita en las proximidades de la isla del Fraile, lleva a plantear la posibilidad de que existan centros de producción en la propia Águilas. Por otro lado, su presencia en otros puntos de la costa peninsular y las Baleares evidencia un comercio activo a media y gran escala asociado posiblemente al consumo de salsamentas procedentes de la Cartaginense.
Los análisis arqueométricos comparados entre piezas recuperadas en ambas ciudades y otros puntos de la Península como las islas Baleares o el valle del Vinalopó, se plantean a corto plazo en el marco de la tesis doctoral en la que se inserta esta investigación. Asimismo, resultará de especial interés el estudio morfológico de los diversos tipos, tanto en los centros productores como de consumo, que permitan determinar especificidades regionales, dinámicas comerciales y culinarias.