José Juan Díaz Rodríguez
El agua junto a la arcilla, los desgrasantes y el material de combustión fueron las materias primas fundamentales para la elaboración de la cerámica, de ahí que la ubicación de los mismos esté íntimamente relacionada con el aprovisionamiento de estos. En esta comunicación se propone el análisis arqueológico de las evidencias de estructuras hidráulicas vinculadas con las distintas fases en las que el agua tuvo especial protagonismo en el llamado ciclo productivo de la cerámica. Y lo haremos en un marco crono – espacial concreto: el litoral de la Baetica en época romana. En esta zona, a pesar de haberse documentado algo más de 160 figlinae desgraciadamente aún no se ha podido excavar un solo taller en toda su extensión que permita hablar de cada una de las áreas en las que se dividió ese ciclo productivo. Por tanto, se hace necesario rastrear esas evidencias en cada uno de los yacimientos con el objetivo de intentar ofrecer una visión amplia de esas estructuras desde canalizaciones hasta piletas de decantación pasando por áreas de almacenaje del agua o espacios para el pisado de la arcilla. Este estudio se completará con el análisis comparativo entre este espacio y el resto de focos de producción que se distribuyeron por toda la geografía peninsular.