Javier Cabello García
Se plantea brevemente en este escrito algunas consideraciones que creo interesantes para enmarcar el contexto histórico y cronológico del famoso relieve luesiano (declarado BIC por el Gobierno de Aragón en 2002) y abrir así nuevas líneas de debate e investigación futuras, así como fomentar la crítica entre la comunidad científica que, al parecer, ha asumido de una manera total unas cronología en torno al 975 del relieve, identificando al personaje coronado representado como a un rey pamplonés sin objeción alguna al respecto, pese a tratarse de un hallazgo fortuito y sin contexto. A lo largo de las siguientes líneas voy a detallar algunas ideas para abrir el debate sobre la cuestión cronológica del relieve “real” de Luesia, y que, como ya anuncia el propio encabezamiento- considero que posee una raíz netamente “imperial” más que real, situándolo en la órbita del imperio carolingio propugnada primero por Carlomagno y después por su hijo y sucesor Ludovico Pío, tal y como muestra las miniaturas de Liber de Laudibus Sanctae Crucis, fechado en la primera mitad del siglo IX y obra de Hrabanus (o Rhabanus) Maurus.
El relieve de Luesia más que representar a uno de los primeros reyes de Pamplona, en realidad nos muestra a uno de los últimos emperadores de Occidente en suelo hispano. La idea de la renovatio imperii carolingia es el telón ideológico de fondo que nos permite entenderlo en todo su contexto.