Jaume Puigredon Boixadera
Resultado de una intervención arqueológica de carácter preventivo realizada en el año 2019 en la parte baja del Turó de Peralada, documentamos parcialmente los restos de un contexto doméstico comprendido entre el periodo ibérico pleno avanzado y tardío (siglos III-I a.C.), correspondientes a la última fase de ocupación ibérica del yacimiento.
Situado en el trasfondo del territorio indiketa, el yacimiento ibérico del Turó de Peralada se encuentra situado en medio de la llanura del Empordà, controlando un vasto territorio y rodeado por los ríos Llobregat d’Empordà y su afluente el Orlina, ambos afluentes del río Muga, que desemboca directamente al mar Mediterráneo. Además, este yacimiento, aunque muy poco conocido esta estratégicamente ubicado para el control de las rutas transpirenaica, tanto de la antigua vía heraclea como la vía augusta.
No obstante, lo que hace particular este yacimiento son sus vecinos más cercanos, más allá de las diferentes comunidades ibéricas que en los últimos años se han localizado y estudiado en el territorio, no debemos dejar de lado las colonias griegas de Rhode y Emporion, con los que probablemente establecieron un fuerte vínculo comercial que se articularia mediante las conexiones fluviales que disfruta el yacimiento.
Más allá, de todos estos condicionantes naturales y medioambientales, la ocupación de época clásica que conocemos hasta este momento en el yacimiento pude dividirse con hasta cuatro fases diferentes pero que continuaron más allá en época medieval, moderna e incluso contemporánea. Comprendidas entre el ibérico antiguo con la implantación de un pequeño poblado en la parte alta del promontorio, fechado en torno a la segunda mitad del siglo V-VI a. C., y que se extiende con distintas reformas e importantes transformaciones urbanísticas hasta el siglo I a. C., el dominio de los romanos a partir de ese momento en el territorio supuso importantes cambios en el territorio, modificando incluso los patrones de asentamiento existentes hasta ese momento en el territorio indiketa que supuso el abandono hasta el siglo IX d. C. del yacimiento del Turó de Peralada.
Correspondientes al periodo ibérico pleno y tardío, en el yacimiento únicamente son conocidos dos contextos de hábitat y numerosos silos situados en la parte alta del promontorio del Turó de Peralada amortizando las viviendas de la fase anterior. Estos dos contextos corresponden a los restos localizados a los pies del Turó del Peralada, en las viviendas del Carrer del Forn nº 33 y Carrer Baixada de la Font nº 18-20.
Por esta razón, en base a la estratigrafía de las excavaciones arqueológicas realizadas en la vivienda del Carrer Baixada de la Font nº 18-20 hemos planteado el estudio cerámico de este contexto en bases a criterios tanto cronológicos como funcionales. Distinguiendo sus niveles de fundación muy poco conocidos por todos los condicionantes normativos y legislativos que suponían la realización de una intervención preventiva, sus niveles de uso y las diferentes reformas localizadas en los ámbitos excavados de este contexto doméstico, así como sus niveles de abandono aparentemente planeados e intencionados que modificaron la función hasta ese momento, que algunos autores han relacionado con el desplazamiento de la población que ocupaba hasta ese momento el yacimiento para la implantación de un campamento romano que serviría a los nuevos conquistadores en la conquista y dominio del noreste peninsular.