Hitos cerámicos del valle del Ebro en época romana

Por Miguel Beltrán Lloris


Miguel Beltrán Lloris

En opinión de sus colegas amigos, Miguel Beltrán (Cartagena1947) “es un museólogo, arqueólogo, investigador y formador vocacional, laborioso y sistemático hasta el extremo, buen comunicador y persona comprometida con su sociedad y su tiempo”. Además, independientemente de su pertenencia a sociedades sabias y científicas, ha sido director de los Museos de Cáceres (1971-1974) y Zaragoza (1974-2014), profesor Adjunto interino de Arqueología, Numismática y Epigrafía (1969-1972), y docente en el curso de postgrado y master de Museos de la Universidad de Zaragoza (1989-2013). Ha dirigido excavaciones arqueológicas especialmente en Azaila, Caesaraugusta, Turiaso y la Colonia Celsa, en donde todavía continua.

Debutó en la cerámica romana con su primer artículo en el año 1965 sobre un “ánfora romana de las Alhambras”, germen de su posterior tesis de licenciatura Las ánforas romanas en España. Ha dedicado a las cerámicas romanas dos manuales generales: Cerámica romana. Tipología y clasificación, Zaragoza, 1978 y Guía de la cerámica romana, Libros Pórtico, Zaragoza,1991.De su mas de medio millar de publicaciones (iberismo, antigüedad clásica, museología y museografía), un centenar se dedica específicamente a la cerámica romana.


Hitos cerámicos del valle del Ebro en época romana

Se abordan algunos de los aspectos más llamativos de la cerámica romana, que afectan al valle del Ebro durante los tiempos tardorrepublicanos y altoimperiales, analizando los distintos procesos de recepción de las primeras especies cerámicas de importación, como la cerámica de barniz negro itálica, las ánforas brindisinas o las sigillatas itálicas y gálicas, hasta las creaciones hispanorromanas que surgen al amparo de los estímulos recibidos, y que tienen su principal actor, al inicio de la dinastía flavia, en la terra sigillata hispánica.

Son yacimientos clave durante los tiempos tardorrepublicanos, el Cabezo de Alcalá de Azaila (Teruel) y la Cabañeta de El Burgo de Ebro (Zaragoza) que muestran los distintos modelos de recepción de las cerámicas de barniz negro A napolitana y las producciones de la B calenas para la etapa sertoriana.

Se analiza con detalle la especial demanda del aceite brindisino en el valle del Ebro, la débil pero significativa presencia del aceite africano, las salazones gadiritas y el vino egeo, así comola enorme importancia en el mercado del Ebro de la tsi aretina, el reparto de mercados entre los productos de la tsg de Montans, la Graufesenque y Aquitania, así como las respuestas interiores que ofrecen las cerámicas engobadas, de paredes finas y cocina. Se presta especial atención a la emergencia de la tsh y sus modalidades a partir del inicio flavio, así como al comercio de las salazones béticas y tarraconenses y las primeras producciones de vino en el valle del Ebro junto a la ausencia del aceite bético.Se observa la intensidad y grados de penetración de los distintos modelos cerámicos a partir de los yacimientos clave de IlerdaCelsaCaesaraugustaCalagurris Iuliobriga, entre otros. 

Imitación de morteros campanos en el valle del Ebro:  Asociación de un productor itálico (dominus +  esclavo officinator) e ibérico,  según  ejemplar de la Caridad de Caminreal (Teruel), con el texto latino Fl(accus ?).  Atili/  L(uci). S(eruus), junto al ibérico (en lectura retrógada):   bilake ai[u]natin/en abiner.  Museo de Teruel. 2,6 x 7,9 cm. IG. 9731. 


Fotografía de: Atrián, P., et alii,  “Arqueología. Edad Media. Cultura visigoda”, Museo de Teruel, Teruel. 
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