David Quixal Santos, Darío Pérez Vidal y Vanessa Albelda Borrás
La conjunción de los ríos Xúquer/Júcar y Magre/Magro constituyó una importante vía de comunicación entre la llanura litoral y la meseta interior durante toda la Edad del Hierro en la actual zona valenciana, en el centro-sur de la antigua Edetania ibérica descrita por los autores clásicos. Esta vía permitía conectar el Portus Sucronem, en la desembocadura del Xúquer (actual Cullera), con la Meseta de Requena-Utiel, el territorio de la ciudad ibérica de Kelin (Caudete de las Fuentes). A lo largo de su trayecto el camino intercomunicaba también los antiguos oppida de Sucro (¿Albalat de la Ribera?), La Carència (Torís) y el Pico de los Ajos (Yátova). El estudio de los materiales arqueológicos cerámicos hallados en los yacimientos que jalonan esta vía nos muestra una importante circulación de productos entre los siglos VII y I a. C., tanto importados de otras partes del Mediterráneo como entre los propios territorios ibéricos.
Sin negar el posible transporte fluvial desarrollado en el curso bajo del Xúquer, los ríos verdaderamente eran importantes por generar fértiles vegas y valles transitables. Actualmente esta ruta tiene un carácter secundario, prácticamente marginal, pero consideramos que muchas variables (patrón de asentamiento, cálculo con SIG, dispersión de materiales, etc.) permiten defender su primacía al menos hasta la conquista romana y la posterior fundación de Valentia en el 138 a. C. En ese momento cobraría mayor fuerza ya la ruta por el Portillo de Buñol / Corredor del Rebollar, trazado aproximado de la actual autovía A-III Valencia-Madrid. No obstante, el antiguo camino del Xúquer-Magre continuaría siendo utilizado en época romana altoimperial.